El buen morir.

¡¡Buenas serendipixs!!

 Esta semana me toca el rol de crítica y tras mucho pensar de que tema podría hablar, que me interese al nivel de hacer una buena crítica me topé con la noticia que ha reabierto por suerte y de una vez por todas el debate sobre la muerte digna.
Esta noticia tiene como protagonistas a María José Carrasco y su marido Ángel Hernández. María sufría esclerosis múltiple desde hace 30 años. La enfermedad se las diagnosticaron en 1989, tras esta noticia se intentó suicidar, sin embargo su marido lo impidió. Pero María José le hizo prometer a su marido que la ayudaría a suicidarse cuando ella se lo pidiera y así fue. Ángel grabó un vídeo con su mujer donde se podía ver como esta pedía la muerte cuanto antes. Finalmente  el suicidio asistido se llevó a cabo y tras conseguir María tiempo atrás el producto utilizado en estos casos en los países donde está permitido, se lo echó en un vaso de agua y ella lo absorbió por una pajita finalizando así una vida de intensos sufrimientos. Más tarde Ángel fue detenido.


Y ahora veámoslo desde diferentes puntos de vista. La ley en España no autoriza la eutanasia, se considera un delito según el artículo 143.4 del Código Penal y la condena es de dos a cinco años de prisión, variando según el deseo expreso de la víctima de morir y de si sufría de una enfermedad grave, suponiendo una rebaja. El que lleve a cabo el suicidio asistido se enfrentará a la pena de prisión de cuatro a ocho años y el que coopere de dos a cinco. La religión también lo prohíbe, puesto que va en contra del mandamiento «no matarás». Además de que Dios es el único que quita la vida y la eutanasia sería el rechazo del regalo de la vida por parte de Dios.
¿Y qué dice la gente? Según una encuesta del CIS del año 2008-2009, el 64,5% de la población española está de acuerdo en "ayudar a un paciente a morir para evitar su sufrimiento".
Por tanto apelando a nuestro lado más humano y dejando de lado la religión y el código penal ¿Quién dejaría vivir a alguien que sufre dolores muy intensos, cuando puede encontrar la paz en la muerte?

No puedo creer que en el siglo XXI sigan sin legalizar en España la eutanasia. Vi la noticia y me embargó un sentimiento de dolor, pero sobre todo de ira e impotencia y os hablo de esto con esos mismos sentimientos unidos a otro más, la esperanza y la fuerza. La esperanza para que algún día, espero que no muy lejano se legalice el buen morir  y esas personas que deberían estar en paz no sufran ni una vez más, y  mandar fuerza, toda la fuerza para que las familias de personas que estén pasando por ello o lo hayan pasado y para todos en general luchemos por conseguir esa legalización tan esperada, para que apretemos los dientes y puños dejándonos todas nuestras fuerzas para luchar por ello, día a día, paso a paso, merece la pena.
En realidad es una pena que esté hablando de esto y que en España como en muchos más países sigan dejando vivir, si es que de verdad se le puede llamar vivir, a personas con  tantos dolores que hasta incluso piden su muerte. Me atrevería a decir que incluso situaciones como las de María José, la vida en este caso en esas condiciones es mucho peor que la muerte. No quiero imaginar cómo se puede llegar a sentir una persona tanto sufrimiento como para pedir irse de este mundo, cuando la mayoría de las personas tenemos miedo a la muerte, unido a la incertidumbre que habrá detrás de ella. No me puedo llegar a imaginar cómo su cuerpo es su propia cárcel que le separa de la paz que le llega a producir la muerte y de la que no pueda escapar, puesto que está penado.
Y este sufrimiento también atañe a la familia, al ver como su familiar se muere lentamente entre dolores y no poder hacer nada para que eso termine, sintiéndose impotentes al ver la situación y plantearse si ayudar a una persona a morir y acabar en la cárcel o seguir viéndola sufrir. La verdad es que personalmente sería muy difícil llevar a cabo esta situación.
Este dolor e impotencia hace que familiares como es el caso de Ángel digan basta. Basta a la pasividad del gobierno y congreso en este tema tan importante, en el cual la legalización libraría de mucho sufrimiento tanto a los enfermos terminales como su familia. Basta de sufrimiento y dolor sin motivo, ya que  esos enfermos terminales no volverán a vivir su vida normalmente. Basta de medicinas que  sirven únicamente para alargar a lo que en muchos casos no se le puede llamar vida. Basta de ir en contra de la dignidad humana de elegir cuando debe morir uno puesto que somos libres. Basta ya de ver sufrir a alguien y que estén de brazos cruzados. Bastaría con legalizar el buen morir.


Bajo mi punto de vista, colocando los argumentos a favor y en contra, me parece que en la balanza pesa más la liberación del sufrimiento de una persona que  quiere marcharse que dogmas de religión y leyes del código penal. Considero tremendamente cruel negar a alguien morir cuando está padeciendo horribles dolores. Quizás me equivoque, pero creo que todos somos libres para elegir cualquier cosa que queramos hacer en nuestra vida y esto no debería ser un impedimento para decidir que mi vida acaba, puesto que es mi vida, y que si decido quitármela los que me han ayudado vayan a la cárcel como unos criminales.

Acabo esta crítica de una manera un poco diferente a cuando la empecé, sigo sintiéndome desanimada y triste al ver este tipo de noticias al empalizar con personas como Ángel pero quiero dar también esperanza y fuerza como ya he dicho para reabrir el debate del sí a la eutanasia y que todos y cada uno podamos invertir la situación actual y poniéndonos en el lugar de una persona que lo este sufriendo , en sus propio cuerpo o paralelamente, proporcionemos nuestro grano de arena para cambiar esto, para pedir sin descanso la  muerte digna.
Por último os dejo el documental "El viaje a Islandia", donde se trata la eutanasia a manos de un enfermo de esclerosis múltiple que dedicó su vida a luchar por la muerte digna.
https://elpais.com/sociedad/2019/04/05/actualidad/1554482610_773405.html?rel=str_articulo#1555257604367


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